Conocer el perfil de los espectadores es fundamental tanto para los directivos que diseñan las parrillas como para los anunciantes que invierten su dinero en la televisión. Para ello, los análisis de audiencia se han sofisticado de tal manera que las cadenas pueden diseñar programas como si trabajaran con probetas en un laboratorio. Aunque el medio es caprichoso y formatos aparentemente infalibles acaban fracasando de manera estrepitosa. Acertar es clave, que ya alrededor de 35 millones de personas sintonizan la pantalla y el consumo supera las cuatro horas por persona y día (244 minutos).
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/08/23/television/1408820648_093378.html
Miguel Doménech